Conceptos básicos sobre feminismo
Este es un post muy importante puesto que os introduzco algunos conceptos básicos de feminismo. Algunos más comunes que otros, pero igualmente importantes para empezar a sumergirnos en el profundo y complejo análisis de la teoría de género. Seguro que muchos términos faltan, pero he escogido los que, según mi criterio, son más importantes. Espero que os guste.
Feminismo
Es difícil explicar con palabras qué es el feminismo y lo que representa. No solo por la complejidad del movimiento sino, además, por las erróneas interpretaciones que tiene la sociedad sobre ello y que conlleva, en consecuencia, a la discriminación de mujeres que se autodenominan como feministas. La palabra “feminazi”, por ejemplo, fue inventada para perjudicar y ridiculizar a las mujeres feministas al comparar el holocausto con el aborto.
Es difícil explicar con palabras qué es el feminismo y lo que representa. No solo por la complejidad del movimiento sino, además, por las erróneas interpretaciones que tiene la sociedad sobre ello y que conlleva, en consecuencia, a la discriminación de mujeres que se autodenominan como feministas. La palabra “feminazi”, por ejemplo, fue inventada para perjudicar y ridiculizar a las mujeres feministas al comparar el holocausto con el aborto.
El feminismo está mal visto, muchos utilizan este término de feminazi, sin saber su origen, creyendo que las feministas quieren dominar y ser mejores que los hombres, que las mujeres tienen ahora más privilegios y que, por tanto, el movimiento ya no es necesario. Pero esto solamente afirma lo poco que comprenden algunos la sociedad en la que vivimos.
La definición más exacta y completa, a mi parecer, es la realizada por la catedrática catalana Victòria Sau i Sànchez, que dice: “El feminismo es un movimiento social y político que se inicia formalmente a finales del siglo XVIII y que supone la toma de conciencia de las mujeres como grupo o colectivo humano, de la opresión, dominación y explotación de que han sido y son objeto por parte del colectivo de varones en el seno del patriarcado bajo sus distintas fases históricas de modelo de producción, lo cual las mueve a la acción para la liberación de su sexo con todas las transformaciones de la sociedad que aquélla requiera”.
En definitiva, el movimiento feminista no se reduce a querer la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. No es que no se quiera, sino que para que esto ocurra es necesario un cambio en la sociedad patriarcal; es decir, desestructurar la estructura patriarcal, liberando entonces a la mujer de una sociedad que la discrimina por el hecho de ser mujer. Sin este paso previo, la igualdad entonces será imposible.
Patriarcado
Etimológicamente hablando, significa “gobierno de los padres” y hace referencia a la estructura de poder en la sociedad por la que los hombres predominan la sociedad en general y que, sobretodo, ejercen un dominio sobre la mujer. Algo importante en tener en cuenta es que este patriarcado no es dominado solo por hombres, sino específicamente por hombres burgueses, blancos, cis y heteros.
El patriarcado es una estructura social que, por tanto, también conlleva a la discriminación de personas según su raza, su clase o por ser del colectivo lgtb (lesbianas-gays-personas trans-bisexuales), no sólo por la cuestión de género. Es por ello que, en la tercera ola del feminismo, se creyó necesario adoptar estas nuevas corrientes a su causa (antirracista, a favor de los derechos del colectivo lgtb y la lucha de clases) para hacer así este movimiento transversal y más fuerte, pues estos colectivos discriminados tienen todos el mismo enemigo: el patriarcado.
Este es un aspecto muy importante, ya que muchas de las críticas que se le hizo al feminismo sufragista fue que no se tenía en cuenta a todas las mujeres, puesto que si el feminismo luchaba solo por la discriminación de género, en realidad, solo luchaba por las mujeres blancas y burguesas, y no por todo el colectivo restante como mujeres negras, pobres o del colectivo lgtb. El feminismo será antirracista o no será, como decía Ángela Davis.
Etimológicamente hablando, significa “gobierno de los padres” y hace referencia a la estructura de poder en la sociedad por la que los hombres predominan la sociedad en general y que, sobretodo, ejercen un dominio sobre la mujer. Algo importante en tener en cuenta es que este patriarcado no es dominado solo por hombres, sino específicamente por hombres burgueses, blancos, cis y heteros.
El patriarcado es una estructura social que, por tanto, también conlleva a la discriminación de personas según su raza, su clase o por ser del colectivo lgtb (lesbianas-gays-personas trans-bisexuales), no sólo por la cuestión de género. Es por ello que, en la tercera ola del feminismo, se creyó necesario adoptar estas nuevas corrientes a su causa (antirracista, a favor de los derechos del colectivo lgtb y la lucha de clases) para hacer así este movimiento transversal y más fuerte, pues estos colectivos discriminados tienen todos el mismo enemigo: el patriarcado.
Este es un aspecto muy importante, ya que muchas de las críticas que se le hizo al feminismo sufragista fue que no se tenía en cuenta a todas las mujeres, puesto que si el feminismo luchaba solo por la discriminación de género, en realidad, solo luchaba por las mujeres blancas y burguesas, y no por todo el colectivo restante como mujeres negras, pobres o del colectivo lgtb. El feminismo será antirracista o no será, como decía Ángela Davis.
Empoderamiento
Término que hace referencia a la toma de consciencia de la mujer en su poder y sus capacidades en cualquier ámbito de la vida, con el objetivo de romper con cualquier limitación que les ha impuesto el patriarcado. Aunque es importante tener en cuenta que la rotura con estas limitaciones no será absoluta, puesto que la mujer aún ser consciente seguirá viviendo en una sociedad patriarcal. Al fin y al cabo, la liberación de la mujer no es individual, sino como colectivo.
Término que hace referencia a la toma de consciencia de la mujer en su poder y sus capacidades en cualquier ámbito de la vida, con el objetivo de romper con cualquier limitación que les ha impuesto el patriarcado. Aunque es importante tener en cuenta que la rotura con estas limitaciones no será absoluta, puesto que la mujer aún ser consciente seguirá viviendo en una sociedad patriarcal. Al fin y al cabo, la liberación de la mujer no es individual, sino como colectivo.
Sororidad
Término que hace referencia a la alianza que se produce entre mujeres con el objetivo no solo de eliminar todo aquello que legitima la opresión, sino también para protegerse y apoyarse mutuamente y así conseguir el empoderamiento de la mujer en la sociedad patriarcal.
Término que hace referencia a la alianza que se produce entre mujeres con el objetivo no solo de eliminar todo aquello que legitima la opresión, sino también para protegerse y apoyarse mutuamente y así conseguir el empoderamiento de la mujer en la sociedad patriarcal.
Género
Concepto central de la teoría feminista, surge de la idea de que lo femenino y masculino no son hechos naturales, sino construcciones culturales. Ya decía Simone de Beauvoir que el género se entendía como «lo que la humanidad ha hecho con la hembra humana». Es decir, el género es todas aquellas normas, obligaciones, comportamientos, pensamientos, capacidades y hasta carácter que se ha exigido a la mujer y al hombre por haber nacido con unos genitales concretos. Es importante entonces diferenciar lo que entendemos por sexo y género. Es decir, mientras que al sexo hace referencia al aspecto biológico, o más bien a la genitalidad, el género ha de entenderse como el conjunto de normas y conductas que se asignan para diferenciar lo que se entiende, en este sistema binario, que es un hombre y una mujer.
Como decía Robert J. Stoller, en 1968, si separamos estos términos es debido a que los aspectos fisiológicos y anatómicos que diferencian en un principio a un macho de una hembra, no son suficientes para explicar lo que significa ser hombre y mujer. Por ello, es necesario tener en cuenta aspectos conductuales y psicológicos que no dependen de factores estrictamente biológicos. Se puede hablar de feminidad o masculinidad sin hacer referencia a la anatomía y la fisiología, por lo que en realidad no existe una dependencia absoluta entre éstos dos términos, como así cree la sociedad, sino que su desarrollo puede ser independiente.
Feministas radicales como Kate Millet también dijeron que lo masculino y lo femenino constituyen dos culturas y dos tipos de vivencias radicalmente distintas. La identidad de género se desarrolla a lo largo de la infancia, de la suma de todo lo que los padres y la cultura consideran propio de cada género respecto al temperamento, el carácter, los intereses, la posición, los méritos, los gestos y las expresiones. Es decir, no es innato sino que es aprendido mediante la educación y cambia según el contexto social en el que nos encontramos. En definitiva, son un conjunto de pautas sobre como uno debe pensar o comportarse para satisfacer las demandas inherentes al género.
Victoria Sau añade que las diferencias biológicas son determinantes al venir de la naturaleza, pero en la medida que somos seres culturales, esa biología ya no determina nuestros comportamientos. Los estudios de género tienen el propósito principal de desmontar el prejuicio de que la biología determina lo femenino, mientras que lo cultural o lo humano es creación masculina.
Los géneros están jerarquizados, el masculino es el dominante y el femenino es el subordinado. El femenino está relegado en casa, a los cuidados de los hijos, de los mayores y del marido, mientras que el masculino se lo define por roles más activos y que no se relegan a la esfera familiar. Aunque estos roles van cambiando según avanza la sociedad, no es tan extraño seguir viendo estas conductas. Por ejemplo, nunca he visto a un hombre encargarse de la cena de navidad ni de limpiar los platos después de ella, pero si a mi abuela, mi madre, mis tías o mis primas. Por otra parte, es el rol masculino el que debe diferenciarse del femenino para que se mantenga la relación de poder. Por eso, siempre se les demanda a los hombres pruebas de virilidad y así evitar cualquier posible sugerencia de feminidad, el cual supondría un insulto: nena, nenaza, gallina, etc.
Concepto central de la teoría feminista, surge de la idea de que lo femenino y masculino no son hechos naturales, sino construcciones culturales. Ya decía Simone de Beauvoir que el género se entendía como «lo que la humanidad ha hecho con la hembra humana». Es decir, el género es todas aquellas normas, obligaciones, comportamientos, pensamientos, capacidades y hasta carácter que se ha exigido a la mujer y al hombre por haber nacido con unos genitales concretos. Es importante entonces diferenciar lo que entendemos por sexo y género. Es decir, mientras que al sexo hace referencia al aspecto biológico, o más bien a la genitalidad, el género ha de entenderse como el conjunto de normas y conductas que se asignan para diferenciar lo que se entiende, en este sistema binario, que es un hombre y una mujer.
Como decía Robert J. Stoller, en 1968, si separamos estos términos es debido a que los aspectos fisiológicos y anatómicos que diferencian en un principio a un macho de una hembra, no son suficientes para explicar lo que significa ser hombre y mujer. Por ello, es necesario tener en cuenta aspectos conductuales y psicológicos que no dependen de factores estrictamente biológicos. Se puede hablar de feminidad o masculinidad sin hacer referencia a la anatomía y la fisiología, por lo que en realidad no existe una dependencia absoluta entre éstos dos términos, como así cree la sociedad, sino que su desarrollo puede ser independiente.
Feministas radicales como Kate Millet también dijeron que lo masculino y lo femenino constituyen dos culturas y dos tipos de vivencias radicalmente distintas. La identidad de género se desarrolla a lo largo de la infancia, de la suma de todo lo que los padres y la cultura consideran propio de cada género respecto al temperamento, el carácter, los intereses, la posición, los méritos, los gestos y las expresiones. Es decir, no es innato sino que es aprendido mediante la educación y cambia según el contexto social en el que nos encontramos. En definitiva, son un conjunto de pautas sobre como uno debe pensar o comportarse para satisfacer las demandas inherentes al género.
Victoria Sau añade que las diferencias biológicas son determinantes al venir de la naturaleza, pero en la medida que somos seres culturales, esa biología ya no determina nuestros comportamientos. Los estudios de género tienen el propósito principal de desmontar el prejuicio de que la biología determina lo femenino, mientras que lo cultural o lo humano es creación masculina.
Los géneros están jerarquizados, el masculino es el dominante y el femenino es el subordinado. El femenino está relegado en casa, a los cuidados de los hijos, de los mayores y del marido, mientras que el masculino se lo define por roles más activos y que no se relegan a la esfera familiar. Aunque estos roles van cambiando según avanza la sociedad, no es tan extraño seguir viendo estas conductas. Por ejemplo, nunca he visto a un hombre encargarse de la cena de navidad ni de limpiar los platos después de ella, pero si a mi abuela, mi madre, mis tías o mis primas. Por otra parte, es el rol masculino el que debe diferenciarse del femenino para que se mantenga la relación de poder. Por eso, siempre se les demanda a los hombres pruebas de virilidad y así evitar cualquier posible sugerencia de feminidad, el cual supondría un insulto: nena, nenaza, gallina, etc.
Sexismo
Conjunto de actitudes y creencias que se atribuyen a un género y que promueven estereotipos de lo que deben ser hombres y mujeres, y que en consecuencia fomentan el trato diferenciado entre ambos. El sexo femenino queda principalmente afectado, en referencia al masculino, por la creencia cultural de que la mujer es considerada desigual e inferior a los hombres. Por ejemplo, a una mujer como líder siempre se le cuestiona su capacidad para realizar dicho cargo.
Conjunto de actitudes y creencias que se atribuyen a un género y que promueven estereotipos de lo que deben ser hombres y mujeres, y que en consecuencia fomentan el trato diferenciado entre ambos. El sexo femenino queda principalmente afectado, en referencia al masculino, por la creencia cultural de que la mujer es considerada desigual e inferior a los hombres. Por ejemplo, a una mujer como líder siempre se le cuestiona su capacidad para realizar dicho cargo.
Machismo
Conjunto de actitudes, creencias y comportamientos sexistas y misóginos que legitiman la posición de poder del hombre sobre la mujer y por las que en consecuencia la mujer es discriminada y relegada de sociedad.
Conjunto de actitudes, creencias y comportamientos sexistas y misóginos que legitiman la posición de poder del hombre sobre la mujer y por las que en consecuencia la mujer es discriminada y relegada de sociedad.
Misoginia
Odio y desprecio a todo lo que se atribuye como femenino y en consecuencia también a la mujer.
Odio y desprecio a todo lo que se atribuye como femenino y en consecuencia también a la mujer.
Misandria
Odio a los hombres. Muchas veces se lo atribuyen a las feministas cuando estas no fomentan el odio, sino la liberación y la igualdad de la mujer. No hace referencia a la discriminación y opresión de los hombres porque es un odio individual no sistemático, como es en el caso de las mujeres en el patriarcado.
Odio a los hombres. Muchas veces se lo atribuyen a las feministas cuando estas no fomentan el odio, sino la liberación y la igualdad de la mujer. No hace referencia a la discriminación y opresión de los hombres porque es un odio individual no sistemático, como es en el caso de las mujeres en el patriarcado.
Hembrismo
Hace referencia al dominio de la mujer en la sociedad y al odio al hombre. En realidad, es un término que solo existe como concepto pero que no es atribuible a la realidad, debido a que el seno de la sociedad aún es patriarcal. No podemos hablar entonces de hembrismo, pero sí de misandria, puesto que aún no haber una estructura de poder como tal que discrimine a los hombres por el hecho de serlo, sí puede existir un odio individual hacia los hombres. Por ejemplo, sería comprensible que una mujer, tras haber sufrido una agresión sexual, proyecte la ira de su injusticia hacia todos los demás varones.
Hace referencia al dominio de la mujer en la sociedad y al odio al hombre. En realidad, es un término que solo existe como concepto pero que no es atribuible a la realidad, debido a que el seno de la sociedad aún es patriarcal. No podemos hablar entonces de hembrismo, pero sí de misandria, puesto que aún no haber una estructura de poder como tal que discrimine a los hombres por el hecho de serlo, sí puede existir un odio individual hacia los hombres. Por ejemplo, sería comprensible que una mujer, tras haber sufrido una agresión sexual, proyecte la ira de su injusticia hacia todos los demás varones.
Puede que todos estos conceptos no se comprendan solo leyendo estas palabras, por eso creo necesario desmenuzar el significado real que tienen estas palabras y, una a una, enseñaros a entender cómo están arraigadas en nuestra sociedad sin que seamos conscientes de ello.
¡Muchas gracias por todo!
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