La taza

Estoy recogiendo los pedazos del suelo. 

La taza se ha roto. 

No sé como sentirme. Llevaba años conmigo y era el único recuerdo de él que me quedaba. Supongo que ya era hora de dejarle ir, aún todo el dolor que ello suponía. Hasta el momento me aferraba a cualquier esperanza, pero ahora no tenía más que unos restos rotos que ya seguramente ni recordaría. Llevaba toda la vida pensando que le odiaba, pues era más fácil para mí aceptar la rabia que la tristeza de su abandono. 

Estoy recogiendo los pedazos que han dejado sus recuerdos por el suelo. 

La taza se ha roto. 

Y recuerdo de nuevo ese día. Fuimos al cine todos juntos, como todos los viernes. Entonces, cuando estábamos cenando, me dices que tienes una sorpresa. Me encantan las sorpresas y te pregunto emocionada que es. Pero no me lo quieres decir, antes tengo que cerrar los ojos. A pesar de la impaciencia, tan difícil de controlar, cierro los ojos y me das una caja en las manos. Me dices que la abra, pero es demasiado dura y no puedo. Me ayudas y sacas una taza verde con la primera letra de mi nombre en su interior. Empiezo a saltar de alegría, me encanta. Me la has dado especialmente para mi y solo para mi. Pienso inocentemente entonces que por solo ese detalle me quieres y soy la persona más importante del mundo, de tu mundo. Te doy un abrazo con todas mis fuerzas, como si ello significara que nada nos separaría. Pero me equivocaba. 

La taza se ha roto. 



Comentarios

  1. ¡Hola, Berta! Fantástico micro. Has utilizado maravillosamente esa taza y su rotura como una metáfora perfecta del amor roto y de la nostalgia por lo que ya no va a volver. Leyéndote he tenido la misma sensación de cuando leí El Aleph de Borges, que comenzaba con un personaje que observaba cómo retiraban un cartel publicitario y reflexionaba que ese era el primer cambio que la difunta ya no vería, como si el mundo empezara a separarse de ella. En este caso es una relación terminada, pero la sensación que me deja es muy parecida, es la visualización de lo que ya jamás volverá. Un abrazo!!

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    1. Muchas gracias David, tus palabras siempre se agradecen la verdad. Gracias al Tintero de Oro he aprendido mucho de todos vosotros.

      ¡Un saludo!

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