Micorreto 2: TIERRAS MALDITAS (parte 1)
La lluvia y cada una de sus gotas golpeaban mi rostro, por el cual caían hasta llegar a la naturaleza putrefacta que subyacía bajo mis pies. Odiaba ese lugar. El sonido impetuoso de las olas chocando contra el acantilado, el intenso olor a sal que se impregnaba en las fosas nasales, la belleza apagada de las flores marchitadas por el frío, las monótonas casas de tonalidades grisáceas, el silencio ensordecedor de las calles sin vida... El sol apenas salía y los días eran siempre oscuros, tristes e incluso tétricos. ¿Por qué alguien querría vivir en esa eterna pesadumbre?
Pero eso no era lo único que me hacía aborrecer ese pueblo de miseria.
Cuando era apenas una adolescente, escapé de allí antes de que fuera tarde y pude vivir en paz durante muchos años. Pero la tranquilidad se terminó para no volver nunca al recibir una carta de mi padre. Benjamín, mi hermano gemelo, había muerto y debía volver a casa para su entierro. Yo se lo advertí, pero no quiso irse conmigo y ahora su cuerpo sin vida sería engullido por la tierra hasta quedar solo huesos. Desde que llegó ese maldito papel entre mis manos, solo cabía culpa en mi corazón. Lamentaba no haberle insistido más y ahora lo que caía por mi rostro no era la lluvia, sino mis lágrimas. ¿Cuántas vidas más deberán ser sacrificadas para restaurar nuestro pecado? La tierra estaba maldita y las agujas del reloj parecían avisarme de mi destino. Tic-tac-tic-tac. ¿Sería yo la siguiente?
Hola, Berta. Pecado y culpa: tenemos un problema. Dos conceptos profundamente religiosos (cristianos) que no hacen sino aumentar más la pena y el sentimiento de culpabilidad. La sin nombre, la gemela de Benjamín, la narradora en primera persona, debería someterse a unas sesiones de psicoterapia. Permíteme esta broma. Volviendo al relato y al problema, pinta muy mal ya que tiene toda la pinta de que no se va a resistir a la llamada del acantilado. Ese tic tac final determinará lo que le queda para tomar la decisión.
ResponderEliminarMe ha gustado. Un saludo.
Hola Isan, gracias por tus palabras y tu humor, la verdad es que razón no te falta. Estoy pensando en continuar el relato, creo que algo interesante podrà salir.
EliminarUn saludo.
Hola, Berta. Un relato con aire de leyenda que atrapa desde el inicio e invita a descubrir el misterio de esa maldición familiar. Me ha gustado mucho. Felicidades.
ResponderEliminarHola Marta,
EliminarMuchas gracias por tus palabras, tanto las tuyas como las de todos me han animado a continuar con el relato.
¡Hola, Berta! Un micro estupendo. Ese acantilado es el mejor escenario para representar el torrente de emociones de la protagonista que se debate entre el deseo de pertenencia y el desarraigo. Una historia con un trasfondo duro, marcado por ese pecado que pudieran cometer esos hermanos gemelos, ¿tal vez una relación incestuosa? ¿quizás unos amores prohibidos? Ella tuvo el valor de marchar, él no. Y ahora ese sentimiento de culpa parece arrastrarla a ese acantilado, al borde de ese abismo. En este caso, el continuará es casi un alivio para el lector. Ella seguirá adelante, enfrentándose a su familia, a sus raíces y a su culpa. ¡Fantástico aporte al reto! Un abrazo!!
ResponderEliminarHola David,
EliminarGracias por tus palabras, la verdad me han inspirado un poco para continuar con esta historia. Creo que saldrá algo muy interesante.
¡Un saludo!
Un micro de aristas duras Berta, al parecer encierra un maleficio o mal karma familiar que se ha venido arrastrando en este lugar, y ni alejándose de él, se puede liberar la culpa de la maldad concebida en el gen familiar. Y ahora se le sumará esta otra culpa que ella se atribuye por no insistir más en que se fuera.
ResponderEliminarTe faltó poner el "Continuará" aunque queda explicito, y ese Tic Tac marca un compás de espera que pone nervioso.
Muy buena participación Berta.
¡Muchas gracias!
EliminarLa verdad estoy muy contenta con el resultado y me han alegrado mucho vuestros comentarios. Continuaré la historia por seguro y gracias por recordarme lo de "Continuará", se me pasó por completo.
Un saludo.
Hola Berta. Como inicio y encuadre de tu relato, te has encargado de hacer opresivo el ambiente y el clima (en los dos sentidos, el climatológico y en relación con el ambiente tétrico).
ResponderEliminarY ya metidos en situación, los aspectos familiares tan inquietantes, como los peligros que has dejado en el aire…
¿Qué pasará?
Hola Tara,
EliminarLa verdad gracias al Tintero de Oro he mejorado mucho en el aspecto de ambientación de mis relatos. Y rspero que el microrreto te haya dejado con las ganas de seguir leyendo esta historia, porque tengo pensado continuarla.
¡Un saludo!
Menudo relato Berta, con ese clima que por momentos se transforma en agobiante,... con una intensidad tal que llega a ser angustioso para dejarnos ese continuará que no presagia nada bueno.
ResponderEliminarSaludos,
Gracias por tus palabras, espero seguir continuando la historia y que te siga dejando con el suspense que encierra el pasado de esta familia.
Eliminar¡Un saludo!
A mi me parece que la cosa va de una vieja maldición familiar que espera a la protagonista en un sitio tan poco acogedor. A ver que depara la historia y si se rompa el maleficio. Saludos 🖐
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu aportación a El Tintero. Felicidades.
ResponderEliminarEs un relato que llama la atencion sobre esa conexion que tienen los gemelos, parece un solo ser en dos cuerpos.
ResponderEliminarSupongo para un gemelo la muerte del otro supone una muerte tambien de una parte, como perder un brazo o algo asi.
quedamos a la espera entonces de ver que mas sucede
Qué triste, pero a la vez cuánto misterio, ¿cuál será ese pecado por el que cree que están pagando? Muy interesante historia. Buen microrrelato. Un abrazo.
ResponderEliminarBueno, bueno, si el final queda abierto, como exigía el microrrreto, toda al historia resulta un enigma. ¿Qué ocurrió para que la joven abandonara el pueblo y pidiera a su hermano que se fuera con ella?, ¿qué produjo la muerte de este? Esta historia exige una continuación, sí o sí, je,je.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola, Berta. Soy Beri. Me ha gustado mucho la descripción que has hecho del estado anímico y mental en el que está inmersa la protagonista del micro. La historia en sí también rezuma misterio, entrándote ganas como lector de seguir leyendo. Un abrazo.
ResponderEliminarQué buen micro, Berta. Escribes con verdadera maestría y has sabido darle a cada palabra el toque necesario para agobiarnos poquito a poco, haciéndonos participe del drama familiar de la protagonista. Y al final esa posibilidad de ser la siguiente. Tic-tac.
ResponderEliminarUn saludo.