Relato de comedia: NO ME LLAMES GUAPA

Roberta y Mariano eran una pareja convencional. Estaban casados desde hacía veinte años y, como parecía ser normal en toda relación, la rutina apagó la llama que alguna vez se encendió. Esa noche era un viernes como otro cualquiera y el hambre empezó a asomar al respirar el agradable olor que provenía de la cocina.

—Mariano, ¿cuándo estará la cena? —le preguntó su mujer, mientras estaba sentada en el sillón viendo el fútbol—. Estúpido árbitro, hombre tenías que ser —exclamaba con indignación, después de que no marcara una falta clara a una de las jugadoras del equipo contrario.

—Estoy a punto de terminar, ahora vengo cariño —le contestó, intentando darse prisa para contentar a su pareja.

Durante toda la comida, estuvieron en el sofá viendo el fútbol como casi todos los días. Mariano estaba harto de ver siempre lo mismo por la televisión, pero no quería discutir; pues, al fin y al cabo, era ella la que llevaba el dinero a casa.

—Recuerda que mañana tenemos la cena con Javiera y Angelino —le recordó Mariano, el cual llevaba mucho tiempo planeando esa velada para ver a sus amigos.

En ese momento, Roberta rechistó como si fuera una molestia tener que contentar a su marido.

—Mañana hacen la final de la copa de la reina —afirmó, como si eso fuera una gran razón para cancelar el plan que le hacía tanta ilusión a su pareja.

—No me pongas la excusa del fútbol otra vez, me lo prometiste —le contestó Mariano, cruzando los brazos y girando la espalda para que ella notara lo molesto que estaba.

—Es que no me gusta cómo te mira esa Javiera —manifestó Roberta, algo celosa por la cercanía que su esposo tenía con su supuesta amiga.

—No me vengas con la tontería esa de que los hombres y las mujeres no podemos ser amigos, nos conocemos desde parvularios y entre nosotros solo ha habido en todos estos años una gran amistad —le explicó Mariano, aunque sin ser suficiente para conocer a su mujer.

—No es solo por ella, sino por ti. Siempre que viene, te pones unos pantalones muy cortos y te pones una tonelada de perfume —le dijo Roberta, reprochando la conducta de su esposo—. Y... una vez vi como te ponías relleno para que se te viera más culo.

—¡Eso fue un día que me lo probé para ti! —exclamó Mariano, aunque algo avergonzado de que su mujer lo hubiera visto.

—¡Mentira! —gritó Roberta, la cual no creía en nada de lo que decía su marido—. Si cuando estás conmigo nunca te arreglas. Siempre te pones el mismo pijama rosa que te regalé hace más de quince años y sin ni siquiera afeitarte.

—¡Mira quién habló! Si vas con chándal siempre que puedes con la barriga al aire y, si no fuera por mí, aún no te habrías cortado las uñas de los pies —le respondió alzando la voz cada vez más—. Además, si no me arreglo es porque tú nunca me dices nada cuando me pongo guapo para ti e, incluso, si vamos a cenar, parece que prefieras hablar antes con el camarero que conmigo.

—Porque ellos se ríen de mis chistes y les gustan mis halagos, no como otros…—le confesó, aún sentada en el sofá con las piernas abiertas y algo de comida en la boca.

—Por favor, si solo lo hacen porque eres la clienta. No seas tan egocéntrica —le respondió Mariano que, a diferencia de ella, estaba con las piernas cruzadas al tener menos espacio para sentarse.

—Claro que no, es porque ellos tienen sentido del humor...

En ese momento, Mariano se puso de pie, mirando hacia su mujer.

—“Cariño camina por la sombrita que en el sol se derriten los bombones” o “¿Crees en el amor a primera vista o tengo que pasar de nuevo?” —le decía, mientras imitaba su voz y sus irrisorios gestos—. Eso no es una gracia, sino una falta de respeto hacia mí y hacia ellos.

—Ahora no seas tú la que me vengas con que eso es acoso, si los estoy elogiando y diciendo que son atractivos. ¡Tendrían que sentirse agradecidos! —se excusó Roberta, obviando que, en realidad, hacía sentir incómodos a dichos camareros y que estos no le decían nada para evitar problemas.

—Pero ¿y yo qué? ¿Podrías alguna vez tenerme en consideración cuando estoy contigo, o es que no te importo? —le cuestionó enfadado, a punto de llegar a las lágrimas.

Eso generó de repente un incómodo silencio entre ambos, aunque unos segundos más tarde Roberta manifestó:

—¿Pero qué te pasa? ¿Tienes un problema hormonal o qué? Estás histérico —le dijo, evadiendo su pregunta.

—Eres increíble… —le contestó, girándose para ir hacia su cuarto—. Hoy duermes en el sofá —le dijo a punto de cruzar la puerta.

Pero, antes de que lo hiciera, Roberta se levantó hacia su marido y le dijo:

—Cariño no te pongas así, sabes que yo no entiendo mucho de cosas de hombres. Nosotras al final no somos tan sensibles o comprensivas como vosotros. Las mujeres somos así, no podemos hacer nada…

Mariano se quedó en silencio, mirándola con unos ojos feroces que reflejaban su enfado y desconfianza hacia sus palabras, cerrando la puerta inmediatamente en sus narices como si no hiciera falta decirle nada al respecto. 

—Mierda... —se dijo a sí misma, dirigiéndose al sofá para dormir por segunda vez esa semana. 




Comentarios

  1. ¡Hola Berta!, esta parodia al verrés, digo, al revés, fue y sigue siendo para algunas parejas la tónica diaria, con esos roles tan diferenciados de género y conductas aprendidas y heredadas. Es terrible.
    Nos has puesto delante de un espejo invertido para que nos fijemos mejor en los comportamientos abusivos. ¡Enhorabuena, Berta!

    P.D. Buen título.

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  2. Hola, Berta. Este cambio de roles me ha encantado, una crítica mordaz a los estereotipos. Has plasmado con realismo la riña de la pareja. Lo del sofá un clásico. La forma dialogada de todo el relato le ha dado agilidad para hacerlo más natural y creíble. Me ha gustado un montón, felicidades. Un abrazo.

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  3. Un espejo invertido, como dice Isabel, y una parodia con la que logras una crítica demoledora además de muy divertida. Me ha encantado, Berta. Muy buen relato.

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  4. Como la vida misma, se lía por la mínima y el morro que se ponen deja chato a Pinocho. La inteligencia de las personas se ve más en lo que callan que en lo que dicen; pero finalmente, al igual que los peces, por la boca...
    Saludos Berta 😁🖐

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  5. Hola, Berta. Soy Beri. En esta ocasión nos ofreces un relato muy original, donde se invierten los papeles estereotipados entre hombres y mujeres. La situación descrita es francamente divertida, representando a la vez una acertada crítica al reparto de roles entre ambos sexos. Un abrazo!

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  6. Hola Berta,
    me sumo a mis compañeros, un espejo de la vida de muchas parejas, y una crítica a los estereotipos.
    Un abrazo

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  7. Excelente espejo para hacer reír y reflexionar.
    Un abrazo

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  8. Hola, Berta, qué manera más ingeniosa de que interioricemos una realidad un poco desfigurada de tantos generalismos estereotipizados. Ingeniosa y además divertida, y eso ya es pedir. Cuando he leído lo del hombre y los pantalones cortos casi me parto. Muy buena aportación.
    Un abrazo y mucha suerte!

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  9. Muy ingenioso tu diálogo. Logras presentar una situación tan disparatada, como se ve, y que se vuelve "normal" con solo dar vuelta la lupa. Tu parodia resalta los excesos ideológicos que nos aquejan, en esta supuesta sociedad inclusiva. Aplausos.

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  10. Ingenioso Berta, ese cambio, esa imagen inversa. Una sugerente irrealidad. Relato y reflexión. Buena parodia, compañera. Un abrazo

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  11. Un buen cambio de roles, parecen normales pero no en todas las parejas se dan. Me ha gustado.Un abrazo.

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  12. Hola, me parece genial lo que has hecho, cambiando los comportamientos, intercambiando roles. Resulta muy cómico y además revelador de tantas fallas, prejuicios (y juicios sumarios). Creo que te irá muy bien con este relato. Saludos.

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  13. Gracias, Berta, por participar con este relato en la XXV Edición de El Tintero de Oro dedicada a Tom Sharpe y su novela Wilt. Un abrazo, ¡y suerte!

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  14. Un buen uso de los clichés, en este caso invertidos de manera muy acertada. Su buen uso acrecienta la acidez del relato de humor y abre ventanas y puertas en paredes selladas para el entendimiento y la comprensión. Me ha gustado el relato, Berta. Y me ha parecido divertido.

    Buen relato. Un abrazo.

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  15. El Señor reparte aleatoriamente, y a unos les toca to do y a otros no les toca nada, y en el caso de los roles establecidos también ocurre lo mismo. Muy bueno

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  16. Has conseguido que la relación tópica de ciertas parejas convencionales (Al menos así nos lo representan) se lea como ridícula y forzada cuando los roles se cambian. Es verdad que a él le faltaría quedarse embarazado. Hay cosas que no cambian, cuando sería lo normal.
    Un saludo.

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  17. Hola Berta. Tu relato es una verdadera denuncia a las injusticias que sufren las mujeres. La igualdad es una meta muy difícil de alcanzar, más si cabe cuando hay tantos intereses de por medio.
    Un gran trabajo, por descontado. Te deseo lo mejor en el concurso.

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  18. Jajajajaja , es que es tan bueno eso de cambiar los papeles, dentro de la clave de humor, el relato habla de algo importante, que es precisamente el ponerse en la piel de otro y ver la vida con otra mirada que no sea la propia, las situaciones son realistas y cómicas y la lectura muy ágil, un buen relato, suerte y Saludos Mima¡¡ Un placer leerte.

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  19. Hola, Berta.
    Menudo cambio de rol te has marcado, ja, ja, ja Me has hecho reír mucho con tanto estereotipo a la inversa. Una auténtica mofa que rezumba sarcasmo a raudales. Muy buen relato.
    Mucha suerte.
    Un saludo.

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  20. Hola, Berta. Fantástico efecto lograste con el cambio de roles. No solo sirve para reír, también para repensar en algunas actitudes que aún hoy se dan. Un placer leerte. Abrazo

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  21. ¡Hola a todos! Muchas gracias por todos vuestros comentarios, siempre resulta un placer leerlos. Me gustaría poder contestaros a cada uno de vosotros con detalle, pero en la actualidad me encuentro inmersa estudiando unas oposiciones y no tengo mucho ni tiempo ni energía para hacerlo como a mi me gustaría (en realidad, esta historia la escribí hace bastante tiempo, cuando David nos informó de los relatos de este año, pues fui previsora de lo que seguramente me pasaría por estas fechas cercanas al examen). Solo deciros, de nuevo, que muchas gracias por vuestras palabras. ¡Un abrazo!

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  22. Me ha encantado como has jugado con los géneros. Brillante y sencillo a la vez. ¡Felicidades! Para mí ha sido un gran relato.Te dejo, que hay fútbol en la tele. xD

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  23. En el plano conductista, se utiliza la técnica del intercambio de roles, es una buena terapia para ponernos en el lugar del otro. Buen relato terapéutico. Saludos cordiales desde Puerto La Cruz Anzoátegui Venezuela.

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  24. Hola, Berta. Me gusta como muestras las típicas discusiones tontas de rutina, con los roles de género cambiados. Mucha suerte en las oposiciones.
    Un abrazo.

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  25. Con los papeles de la pareja cambiados el punto de vista resulta cómico: "te ponías relleno para que se te viera más culo" y es Mario, el marido. En el fondo una gran crítica a los roles de pareja donde uno es el dominante y el dominado calla por no reñir.
    ¡Qué gran imaginación!

    Me parece que en esta frase te ha traicionado pensamiento, pues es Roberta la que se dirige a Mariano: Ahora no seas tú la que me vengas...

    ¡Felicidades y suerte en el Tintero!

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  26. ¡Hola, Berta!

    Te quedó excelente el relato. Esa situación al revés es tan común todavía que me entristece, la verdad, e incluso me enoja. Gracias por compartirlo con nosotres.

    Me quedo por tu blog, ya te sigo :)
    ¡Te invito a visitar el mío!

    Saludos,
    Tamara.

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  27. Vaya personajes tan curiosos nos dejas, cada uno en la piel de que sería del otro.
    Muy logrado el humor requerido del concurso con esas escenas entre ellos.
    Un abrazo.

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  28. Buena idea la de retratar un matrimonio disfuncional a la antigua, pero al revés.
    Me hizo gracia imaginar a Mariano con pantalones cortos, el relleno y perfumado al recibir a Javiera xD
    Terrible Roberta, acosando por la calle a otros hombres, jaja.
    Gran relato. Mucha suerte en el concurso. Un abrazo.

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  29. Ja,ja,ja. El mundo al revés. Ya solo faltaría que ese cambio de roles socialmente impuestos se implementara y entonces surgiera un movimiento machista en defensa de de los derechos de los hombres y contra la tiranía de las mujeres, je,je.
    Un relato la mar de original que has sabido narrar con mucho humor y astucia.
    Un abrazo.

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  30. La inversión de roles subraya el machismo cotidiano que aceptamos con normalidad. Muy buen relato, original, divertido y con una denuncia clara. Me ha gustado mucho. Saludos y suerte en el Tintero

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  31. Hola. Me ha gustado mucho esta sátira del mundo al revés, hasta los nombres al revés. Muy lograda. Una muy buena crítica al mundo machista que por desgracia todavía padecemos. A ver si más de uno se ve reflejado en tu relato y por vergüenza cambia el chip. Un relato con humor y moraleja. Muy bien.
    ¡Un saludo y suerte!

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  32. ¡Muy buen relato! Humor del bueno, del que hace pensar y se aleja lo suficiente de la realidad para poder reflexionar sobre ella, sin perderla de vista. Enhorabuena.

    ¡¡Un saludo y muchísima suerte!!

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