Relato de un psicópata: El conde Guillermo
En el abismo de una noche de insomnio, me encontraba en mi rincón predilecto del castillo. Era una sala sin ventanas, iluminada por solo un par de antorchas y en la que se podía perfectamente oler la sangre.
—¡Pare, se lo ruego! —gritaba la mujer a la que torturaba—. Yo no secuestré a esos niños, lo juro —me aseguraba, mientras lloraba del dolor.
—Parece que dislocarte los brazos no ha sido suficiente... ¡Gregorio, gira la rueda hasta los treinta centímetros cuando te diga y arráncale las extremidades a esta puta de una vez! —le ordené a mi verdugo entre risas. Lo estaba disfrutando—. Uno... —empecé a contar.
—Yo no he hecho nada... Créeme, soy inocente —insistía entre sollozos.
—Dos... —continué diciendo, ignorando sus súplicas.
—No, por favor, se lo imploro...
—Es tú última oportunidad —le dije, no pudiendo contener la risa ante su desespero—. ¡Y tres!
—¡No, no, no! —chillaba, mientras se desgarraba la piel lentamente.
—¡No pares, Gregorio! Esto es hermoso —exclamaba, a la vez que caía de rodillas al suelo al sentir como un cosquilleo me recorría todo el cuerpo.
Siempre me pasaba cuando oía el sonido de los huesos rompiéndose. Me excitaba demasiado y no podía parar de restregar la mano por todo mi cuerpo. Estaba fuera de mi control.
Pero, entonces, se hizo el silencio.
—¡Hi de puta, la has matado! —le decía encolerizado a Gregorio, mientras le pegaba con mi bastón en la cabeza— ¡Ahora no podré verla arder en la hoguera! Con lo que me gusta oír sus gritos y oler su carne quemándose…
En ese instante, los recuerdos me invadieron la mente. Delante de mí estaba mi madre, Dominica, una prostituta de los suburbios que descubrieron intentando envenenarme y a la que acusaron de brujería.
—¡Ah, ah! —gritaba desesperadamente, siendo consumida por las llamas. Pero, entonces, nuestras miradas se cruzaron—. Tú… Ojalá te hubieras muerto cuando te parí, ¡maldito tullido! Todo es por tu culpa, solo traes desgracia —manifestaba con ira.
Sus gritos siguieron y siguieron, haciéndose más sonoros en la medida que el fuego la abrasaba. Cualquier niño en mi situación se hubiera traumatizado; pero, yo, en cambio, sentí una felicidad desbordante por primera vez en mi vida.
—¡Muere! —aclamaba junto a toda la gente de mi alrededor.
Pero, de repente, un chorro de sangre me salpicó en la cara.
—Mierda, lo he vuelto hacer —dije con indiferencia, mientras los sesos de Gregorio caían por el suelo—. ¡Arnaldo! —vociferé, llamando a mi fiel ayudante.
—¿Qué sucede, señor? —me preguntó educadamente.
—Córtalo a trozos y dáselo de comer a mis perros. Necesitarán energía para esta noche —le explicaba, a la vez que me agarraba la mano derecha.
—¿Le duele, señor?
—Sí… ¡Maldita lluvia! —despotricaba, quitándome el guante.
Al ver los dedos desfigurados, sentí como la temperatura de mi cuerpo aumentaba y empecé a golpear mi mano contra la pared con todas mis fuerzas.
—¡Señor, se hará daño! —advirtió Arnaldo, intentando parar mi ataque de cólera.
—¡Y qué más da, si no me sirve para nada! —afirmé con la mano ensangrentada.
Mi deformidad me condenó a la desdicha desde que nací. Mi padre consideró que era una deshonra y, para evitar que el prestigio de la familia quedara perjudicado, nos abandonó a mí y a mi madre, dejándonos en la penuria.
—¡Te odio, hijo del demonio! —me gritaba mi madre, apretando sus manos alrededor de mi cuello.
Furioso, después de rememorar infames penurias, me fui a mi habitación, donde tenía a mi querida esposa atada.
—¿Por qué no te quedas preñada? —le cuestionaba, al mismo tiempo que la penetraba y estiraba su pelo con rudeza.
—¡Me hace daño, mi señor! —imploraba con el cuerpo entumecido, después de estar ocho días sujetada con unas cuerdas que le rozaban la piel de las muñecas y los tobillos.
—¡Todas las mujeres sois igual de inútiles! —exclamé, golpeando su cabeza contra la dura cabecera de la cama hasta dejarla inconsciente
Una vez me vacié dentro de ella, me levanté de la cama y me dirigí desnudo hacia la entrada del castillo para sentarme en el trono; el cual, había construido con los huesos de mis enemigos. Me encantaba apoyar mis manos sobre los cráneos de mi despiadado padre Fernando y mi hermanastro Samuel, quien sí pudo gozar de su afecto por nacer sano y talentoso, aunque no por mucho tiempo.
—Señor, es la hora —me avisó Arnaldo, aguantando una bata para que me la pusiera—. Le esperan en ‘El circo’ —decía.
‘El circo’ era un evento que yo mismo creé para entretener a la nobleza y, así, recuperar amistades con familias que mi padre se enemistó por puras patrañas. Se realizaba en un edificio construido alrededor de un teatro romano, donde miles de animales y personas de todo tipo se enfrentaban a un duelo a muerte.
—¿Qué sorpresa tenéis para esta noche? —me preguntó el obispo; quien, aún siendo de la iglesia, no se perdía ninguna de mis fiestas.
—He traído a mis perros para que cacen a algunos esclavos —le respondí lamiéndome los labios, impaciente por ver la sangre derrochándose en el escenario.
Me adentré entonces a las gradas, haciéndome visible a todos los nobles presentes, los cuales me aclamaron a aplausos ensordecedores.
—Soy Dios —me dije a mí mismo, mientras alzaba mis brazos en forma de victoria.
La razón por la que he decido escribir sobre este personaje en el relato es debido a que encarna muy bien la personalidad de un psicópata y, a su vez, también porque hay un trasfondo en el que se puede comprender (aunque nunca justificar) como ha llegado a ser cómo es. Al fin y al cabo, aunque puedan haber rasgos temperamentales, el ser humano construye su identidad en gran parte por el ambiente en el que crece.
¡Espero que os haya gustado el relato!
Un saludo,
Mima.
¡Gracias, Berta, por participar con este relato en el concurso! Un fuerte abrazo y suerte!!
ResponderEliminar¡Muchas gracias David!
Eliminar¡Hola Berta! Desde luego que tu protagonista encarna las características de un psicópata. La época y los acontecimientos que narras, con la caza de brujas y la inquisición de fondo, es el marco adecuado para narrar estos horrores históricos. Sádicos sin escrúpulos en nombre de Dios.
ResponderEliminarEs verdad, Berta, que todo el tono es dramático, las escenas lo requieren y los exclamativos ayudan a mantener siempre el punto álgido. En un relato corto es efectista, más aún en los momentos dramáticos de tortura.
Quizás, el Hi de puta, convendría completarlo… ¿o es un despiste?
La afirmación final de creerse un Dios, completa el cuadro macabro de tu relato.
¡Ánimo con tu novela, Berta!
Hola Tara, muchas gracias por tu comentario. Como dices, se trata de una época muy oscura y en la que este tipo de personajes es fácil encarnar. Las torturas eran muy comunes y del todo espeluznantes. Suerte que hemos podido vivir en otra época.
EliminarLo del Hi de puta es apropósito, porque encontré que se decía así en esa época, aunque a mi me ha hecho dudar si ponerlo así o no...
Me alegro que te haya guatado.
Un saludo
Hola, Berta. Un extracto de la novela que funciona como relato independiente. La Historia está llena de psicópatas y esa época de la caza de brujas que tú abordas es una muestra especialmente trágica. Muy logrado ese dramatismo a que se refiere Tara, a mí también me ha llamado la atención. Muy buena historia. Mucha suerte en el Tintero.
ResponderEliminar¡Muchas gracias Marta!
EliminarMe ha gustado mucho recrear este personaje, sobre todo por el dramatismo que bien dices que te hace comprender como llega a ser como es.
Un saludo.
Pues, Berta, nadie mejor que un psicólogo para entender el temperamento de un psicópata. Porque el tuyo es uno con muchos galones, si es que la historia casa vez se iba retorciéndose y él cada vez más contento. Muy buen relato, muy bien ambientado; una magnífica foto de un temperamento quebradizo y sus consecuencias.
ResponderEliminarUn saludo y mucha suerte, en el tintero y con la novela.
Gracias Pepe,
EliminarLa verdad me resulta un perfil psicológico que, aun algo espeluznante, me resulta muy interesante para reflexionar. Al final, las personas no llegamos a ser de esta forma porque sí, asino que hay un transfondo importante que hay que mirar.
Un saludo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUn relato bestial donde el impulso salvaje del ser humano depravado sale a la luz en todo su esplendor. Hay mucho de venganza, frustración y trauma en este personaje, aunque el niegue lo último.
ResponderEliminarUna figura la de tu psicópata, que perturba la sensibilidad que mezcla el desequilibrio mental con el sadismo puro y duro.
Un buen relato Berta.
Abrazo.
Muchas gracias Francisco,
EliminarEs exactamente como dices, un personaje con profundos traumas que al final se encarnan en la personalidad psicópata y sádica, sobre todo al querer negar tanto esta realidad que le perturba.
Un saludo.
¡Hola, Berta!
ResponderEliminarSugerente construcción del personaje dotado de las indispensables cualidades de una mente criminal o de un psicópata, así como la elección del narrador en primera persona, como así lo requiere en esta ocasión el concurso.
Te deseo lo mejor tanto para este concurso como para la futura publicación de tu novela de ficción histórica donde destaca la tragedia de La caza de brujas, tal vez inspirada en la iconografía popular del País Vasco o de la cultura popular del norte de Europa.
Un cordial saludo.
Muchas gracias Estrella,
EliminarLa verdad me ha ayudado mucho construir este personaje para la historia y espero que pueda hacerse realidad en una novela.
Un saludo.
Hola, Berta. Conforme vas avanzando en el relato te metes en la mente de ese criminal. Te ha salido una historia desgarradora y como tú bien lo dices, puedes entrar en los fundamentos de su psicopatía, aunque no los compartas.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias Mirna,
EliminarComo tu dices he ido relatanto poco a poco sus vivencias para conatruir el personaje de una forma que el lector pueda introducirse en su mente, lo que ayuda a empatizar con él aunque nunca se comparta lo que piensa.
Un saludo.
Hola Berta. Has elegido una época para tu novela que era pura psicopatía. La Inquisición lo fue. Personajes como el tuyo debe haber habido muchos entre los poderosos y has logrado pintarlo espléndidamente. En un momento me trajo la imagen de Ricardo III de Shakespeare. Te felicito. Adelante con la novela. Un abrazo
ResponderEliminarHola Juana,
EliminarMuchas gracias por tus palabras. Como dices, la época de la Inquisición fue pura psicopatía. Llena de torturas y muerte, no es de extrañar que hubiera muchas personas que desarrollaran este tipo de personalidad.
Un saludo.
Hola Berta. Me ha gustado mucho tu relato por la limpieza con la que narras a ese personaje tan peculiar. Si debe de haber un modelo de psicópata ese es el tuyo, jajajajaja. Tu historia se lee con facilidad y, es más, mantiene al lector con ganas de conocer el pasado que hay detrás de ese hombre tan despiadado. Además, la ambientación histórica es de diez. Enhorabuena. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias Ulises,
EliminarLa verdad me ha ayudado mucho recrear el personaje en este tipo de ambiente, puesto que La caza de brujas fue una época muy oscura y la crueldad que caracterizaba la época me ha permitido desarrollar un personaje de tal magnitud. No solo psicópata, sino además sádico y sin escrúpulos.
Me alegro que te haya gustado,
Un saludo.
Hola Berta
ResponderEliminarMenudo elemento el chaval!!! Lo malo es que ha habido muchos como él a lo largo de la historia.
Un abrazo compañera y mucha suerte.
Muchas gracias Paola,
EliminarComo dices lo malo es que haya tantas personas así a lo largo de la historia, pero por surerte hoy en día sabemos lo importante que es el que haya un apego seguro en la infancia que permita a los niños crecer en entornos saludables y en los que pueda desarrollar una personalidad sana.
Poco a poco conseguiremos un mundo mejor.
Un saludo.
Psicópata de manual. Sanguinario, sin escrúpulos y regodeado en el poder. Muy bien plasmado el personaje, Berta.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias Carmen,
EliminarMe ha ido muy bien tener conocimientos de psicoloía pues, como dices, he plasmado a un psicópata de manual.
Un saludo.
Sin respiración! Enhorabuena! Uno de mis favoritos! Saludos!
ResponderEliminar¡Muchas gracias Maria José!
EliminarVuestro apoyo me da ánimos para seguir escribiendo.
Un saludo.
Saludos Berta.
ResponderEliminarElegiste una historia de época y de la que se sabe mucho de la maldad que prevalecía. Me gusta, porque tienes razones académicas para saberlo, que des indicios de los porque del protagonista, que no lo justifica, pero que entiendes. Me costo trabajo la sucesión de maldades, no hay reposo, y no es por tu cuento en particular, en general me atrae muy poco este género, que lo has hecho con rigor. Te felicito.
Muchas gracias Alfredo, la verdad entiendo que te cueste leerlo, a mi también a veces la verdad, pues lo he hecho bastante desagradable. Aún así, gracias por valorar el esfuerzo.
Eliminar¡Un saludo!
Hola Berta. No había leído nada tuyo antes y le doy las gracias a David por haber juntado nuestros caminos. Un buen relato el que nos traes, que refleja a la perfección los más oscuros deseos y pensamientos de un psicópata. ¿Lo justifica? Por supuesto que no, pero al menos nos da una pista de las razones que lleva al hombre a comportarse de tal forma. Muy bien ambientado; a ver cuándo sale a la luz el libro del que forma parte tan despreciable personaje.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Bruno,
Eliminarmuchas gracias por tus palabras, eso me anima mucho a seguir escribiendo. La verdad, la novela lo veo un proyecto muy largo y difícil, pues tengo que estudiar bien la época en la que la ambiento. Aún así poco a poco intento construir la novela con los personajes, justo como he hecho con este relato.
¡Un saludo!
Hola, Berta. ¡Uf! Me has dejado mal cuerpo con la descripción de los horrores. Siempre me pasa cuando se rebasa el límite de la maldad. Así era por lo que cuentan con la Inquisición aunque ¿qué fue de ella? En realidad esta institución jamás ha muerto. Simplemente pasa épocas adormecida como una larva metamorfoseando. Despierta con otra faz pero con las mismas intenciones. De Santa inquisición pasó a llamarse Congregación del Santo Oficio para, posteriormente, llamarse Congregación para la Doctrina de la Fe. Todo ello sin solución de continuidad. Y en esas estamos. La Institución susodicha tiene por función custodiar la correcta doctrina católica en la Iglesia y de paso elimina a quienes osen disentir. Cambian los métodos y las formas pero su poder es alargado y, de vez en cuando aparece un cadáver. Así que el relato es duro pero retrata a sus autores sin florituras. Ánimo con tu libro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola isan,
Eliminarmuy interesante lo que dices. La verdad, me gusta mucho hablar de esta época para que la gente tenga en cuenta el horror en el que vivieron gran parte de la población solo por el poder de unos pocos. Por eso creo que ha sido una correcta elección el escoger un personaje de este época, no solo por la novela que estoy escribiendo en la actualidad, sino porque la violencia en la que crecía la población llevaba a muchos a comportarse de forma tan espeluznante como el personaje que he descrito. En él he querido reencarnar toda la maldad de dicho momento histórico, por lo que es normal que el quién lo lea se quede con mal cuerpo, a mi me pasa también al leerlo o incluso cuando lo estaba escribiendo.
Muchas gracias por tus palabras,
¡Un saludo!
ResponderEliminar¡Hola, Berta!
Un psicópata extraído desde las mismas entrañas de la Inquisición pontificia. Un personaje de mente pervertida, sanguinario y cruel que encaja muy bien en el relato. ¡Impresionantes diálogos! Espero pronto leer tu novela, me parece super interesante el título. ¡Mucha suerte en el concurso!
Un saludo
Hola Yessykan,
EliminarMuchas gracias por todo lo que dices. vuestras palabras me dan ánimos para seguir escribiendo. Si te interesa, tengo el primer capítulo subido en el blog y, también, más capítulos en mi cuenta de wattpad, que se llama igual que este blog. Aún así, creo que en un fututo cambiaré muchas cosas, o puede ser más bien algunos detalles, porque aún tengo que investigar mucho sobre la época.
¡Un saludo!
Impresionante relato de un psicópata que pone los pelos de punta. Encajado en una época determinada, con una muy lograda ambientación y esos diálogos que, como escalones graduados, te van llevando a los abismos de la crueldad, me ha parecido muy plástico y visual. Los gritos, olores del fuego quemando la carne, el crujir de la maquinaria rompiendo los huesos... Espeluznante.
ResponderEliminarFelicidades, Berta y suerte en El Tintero.
Muchas gracias Maria Pilar,
Eliminarla verdad ha sido todo un aprendizaje escribir este relato pues me ha gustado la ambientación que he logrado para que el lector no solo lo lea sino pueda proyectar la imagen de la escena en su cabeza. La verdad algunos me han dicho que les ha puesto mal cuerpo y tienen mucha razón porque a mi me dejó exactamente la misma sensación cuando lo estaba escribiendo, pero a la vez me alegro que así sea pues era mi intención.
¡Un saludo!
Me ha gustado tanto el relato que le he dado al menos dos leidas, me parece que tienes un personaje y un escenario de transfondo muy bueno para hacer no una sino varias novelas.
ResponderEliminarGracias por presentarnos a tan excelente caballero
Y te deseo muchos exitos en el concurso
Muchas gracias Hugo,
Eliminarme alegro que te haya gustado, a mi también me ha gustado construir el personaje y escribir sobre él. Así que gracias por tus palabras, pues todo lo que me estáis diciendo todos me anima mucho a seguir escribiendo.
¡Un saludo!
Hola Berta, menuda época has elegido para ambientar las delicatesen de un psicópata. Si no te atrapaba un noble, te perseguía un religioso, y entre medias a librarse de las envidias y las falsas denuncias de algún vecino. Vívida descripción de la tortura de una época oscura como pocas.
ResponderEliminarTe deseo lo mejor con tu proyecto de novela.
Suerte en El Tintero.
Muchas gracias Carles por tus palabras,
Eliminarla verdad es que construir un personaje como éste no me ha sido complicado en tanto que la época en el que está ambientado lo permitía, aunque también ha sido al mismo tiempo todo un aprendizaje al escribir sobre una realidad tan diferente a la mía, no solo por la época, sino también por el carácter del personaje.
¡Un saludo!
Hola, Berta. Gracias por adelantarnos un poco de tu proyecto en forma de novela aprovechando el reto que nuestro Maestro de Ceremonias David nos ha propuesto. ¡Uf, menudo personaje tu protagonista! Los pelos como escarpias se me han puesto leyendo sus terroríficas "aficiones"; pero te ha quedado un buen relato, amiga, a pesar de su temática, je, je, je.
ResponderEliminarTe envío un fuerte abrazo junto al deseo de mucha suerte en "El Tintero".
Hola Patxi,
Eliminarya lo he comentado en varias ocasiones, pero la verdad es que a mi también se me han puesto 'los pelos como escarpias' como dices al escribir el relato, sobre todo al ponerme en la piel de un personaje como tal que. Y, aunque pueda parecer extraño, cuando escribo sobre este personaje, cierta parte de mi siente tristeza, pues todo el odio que transmite con sus actos no son más que una proyección de la falta de amor y seguridad que no le supieron dar sus padres al nacer. Aún así, esta pena no quiere decir que justifique toda la maldad que llega a hacer, sino que es más bien una especie de compasión. Creo que este sentimiento es algo parecido al que muchos hemos sentido cuando vimos la película 'El joquer', la cual si no la has visto te recomiendo mucho que lo hagas pues para mí fue una película de pura psicología.
Aun siendo el segundo relato participante en el Tintero de Oro, por orden cronológico, se me había pasado por alto, no sé por qué. Pero nunca es tarde cuando la dicha es buena, reza el refrán.
ResponderEliminarMe ha parecido una historia tremendamente cruel pero al mismo tiempo muy creíble, pues fueron muchos los Caballeros y, sobre todo, los Señores feudales, que, locos o no, se regodeaban de su crueldad para con los más debiles como muestra de su autoridad y poder. En este caso, además, hay un trasfondo de demencia provocada por el trato recibido por el protagonista en su vida de niño y adolescente. Es uno de esos casos en que los malos tratos y el desdén recibidos por parte de sus progenitores, convierten a un muchacho en un ser monstruoso.
Me ha encantado.
Saludos.
Muchas gracias Josep,
Eliminartodo lo que me estáis diciendo me anima mucho a seguir escribiendo, y la verdad me ha gustado mucho escribir sobre este personaje pues, como le he comentado a Patxi, me ha recordado mucho a la película de 'El joquer' que hace un año aproximadamente estuvo en los cines. Sobre todo, porque la maldad que refleja la historia no aparece porque sí, sino por una sucesión de acontecimientos tan crueles que conlleva a que la persona construya su personalidad de forma fría y violenta.
¡Un saludo!
Hola por aquí mi comentario. Te felicito porque escribir este tipo de relatos, hay que tener estómago y corazón. La maldad en estos niveles, sí que me horrorizan. Suerte con el concurso. Saludos cordiales desde Venezuela.
ResponderEliminarGracias Raquel por tus palabras,
Eliminarla verdad he querido escribir sobre este nivel de maldad, puesto que no he querido poner ningún tipo de filtro sobre la realidad con la que tenían que vivir gran parte de la población en esa oscura mancha de la historia que fue la Inquisión y, concretamente, la caza de brujas. Aún así, te entiendo lo que dices porque la verdad a mi también se me ha quedado mal cuerpo al escribir este relato, pero aún mucho más cuando me informaba sobre la época.
¡Un saludo!
Vaya con el conde Guillermo! Me recuerda al personaje de Ramsay en Juego de Tronos. A traves de escenas de su vida cotidiana descubrimos a un ser sin escrúpulos. Interesante el pasado de tu protagonista, gracias a él queda "justificada" tanta maldad. Te felicito por la narracion tan visual, la novela promete.
ResponderEliminarUn saludo
Muchas gracias Araceli,
Eliminarla verdad es que este personaje me ha resultado todo un reto, ya que a mi también me dejaba mal cuerpo al escribirlo; pero, me alegro haberlo desarrollado como tal con este relato, pues creo que la maldad no es una entidad que exista por si sola, sino por la falta del bien en el corazón de las personas, como son la falta de amor de los padres como ocurre en esta historia y, por desgracia, también en muchas otras.
¡Un saludo!
Inmejorable ambiente, Berta, para desarrollar a un psicópata. El hecho de saber que es extraído de una historia mucho más grande y la época en que se desarrolla son sin dudas, valores añadidos al concurso de David.
ResponderEliminarQué más puedo agregar que no se haya dicho? El relato lo has hecho a conciencia y completo.
Ah... sí! puedo agregar que me encanta tu forma de escribir.
Un abrazo fuerte.
Muchas gracias Carla,
Eliminarla verdad me anima mucho todo lo que me dices para seguir escribiendo, pues siempre me lo había tomado más como una afición, no como algo que pueda convertirse en mi futuro. La intención de escribir sobre esta época es como dices para concienciar a la gente de los oscuros acontecimientos que gran parte de la población tuvo que vivir, y la verdad es que resulta apasionante aprender sobre la dicha realidad.
¡Un saludo!
Muy buen relato, Berta. Ambientado en una de las épocas más negras de nuestra historia, Guillermo, con una infancia terrible, se convierte en ser despreciable y temible, sin asomo de culpa o remordimiento por sus atroces torturas y asesinatos, al contrario se deleita en sus actos. Un abrazo y suerte en el Tintero y con tu libro.
ResponderEliminarMuchas gracias Jose,
Eliminarha sido interesante encarnar un personaje que difiere tanto a mis circunstancias y forma de ser. Me alegro que te haya gustado.
Un saludo.
Si algo ha quedado claro es que el personaje cumple con todos los requisitos, vamos un piscópata de pura cepa. Una buena cura de humildad, con su propia medicina, le recetaria yo. Saludos y Suerte.
ResponderEliminarMuchas gracias,
Eliminaren la novela tengo pensado que no se salga con la suya hehehe, aunque no quiere decir mucho más.
¡un saludo!
Ese conde Guillemos esconde una mente maquiavélica para sembrar el terror en una época negra de nuestra historia. Tu protagonista tenía unas aficiones truculentas y escalofriantes donde la maldad impera sin barreras ni censura.
ResponderEliminarUna escenografía muy bien ambientada , te felicito.
Un saludo Berta y suerte en el concurso
Puri
Muchas gracias Puri,
Eliminarel personaje que he creado al final es resultado de las circunstancias que como dices fue una época negra de nuestra historia. He leído cosas terribles de la época y, aunque sea ficción el relato, no dudo que algo similar, o incluso peor, pasaba siglos atrás.
Me alegro que te haya gustado.
Un saludo.
Hola Berta!! Desde luego que tanto el personaje como la buena ambientación dan para mucho más. Mucha suerte tanto en el concurso como en tu futura novela.
ResponderEliminarUn saludo.
¡Gracias David!
EliminarLa verdad es que 900 palabras se me han quedado cortas. Pero ha sido interesante desarrollar un personaje como este.
Un saludo.
¡Qué personaje más atroz! Lo cierto es que el relato se hace corto, te deja con ganas de más. Me alegro que vayamos a saber de él en tu novela. Un abrazo y mucha suerte en el concurso.
ResponderEliminar